
Cuando las luces se apagaron en el cuarto de un niño, mirando a la luna, pregunta a su mamá: -¿Es esa la luz de Dios? - Si responde la madre.
El niño vuelve a preguntar: - ¿El también va a apagar la luz? - No, dice mamá, - el siempre está despierto velando tus sueños de noche y guiándote en el día.
Tal vez tengas que pasar horas en la soledad debido a una enfermedad, una dura situación o la pérdida de un ser querido. Las sombras de la noche hacen que la ansiedad de tu situación parezca incluso mayor. Surgen dudas y los temores inundan tu alma, robándote el descanso que necesitas.
Confía en el Dios, el no apaga la luz para dormir ni es indiferente a tu necesidad y junto con el salmista podrás decir: "En paz me acostaré y así mismo dormiré; porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado" Salmos 4:8
Recuerda, Dios te ama y está dispuesto, El siempre está velando por ti
Con amor en Cristo