En tu mano, están mis tiempos

“Tiempo es lo que sobra” ¿Has escuchado esta frase? Viendo fotografías mi mente viajo por unos momentos recordando algunos episodios de mi vida, la verdad recordé momentos muy agradables pero también recordé momentos tristes, ver a mi familia en esas fotos, ver a mis amigos, me di cuenta que ha pasado el tiempo muy rápido, ciertamente es como la niebla que se desvanece.

Estoy seguro que te ha pasado lo mismo, el que llegue a tu cabeza la idea de regresar el tiempo y talvez cambiar cosas de las que ahora te arrepientes, talvez disfrutar mucho mas esos momentos tan inolvidables, talvez estar mas tiempo con las personas que quieres, pero te das cuenta que esos “talvez” no existen, esos “hubiera” no están. Lo cierto es que con tus errores o con tus aciertos ahora estas aquí como lo he dicho por la Gracia del Señor.

Han pasado 2 semanas del ultimo escrito que hice en este blog, y durante este tiempo han pasado muchas cosas. Mi única intención es compartir contigo lo que he pasado y lo que ahora estoy viviendo y puede ser que en ese compartir te sirva algo a ti.

La frase “Tiempo es lo que sobra” en mi opinión esta mal dicha, para mi “Tiempo es lo que falta”. Me falta tiempo para gozar de las bendiciones del Señor, me falta tiempo para aprender cosas que de Él recibo, me falta tiempo para tomar decisiones, me falta tiempo para compartirte a ti y a todos los que me rodean quien es el SEÑOR en mi vida.

Te puedo comentar algo, lo único que quiero en mi vida es decir lo que expresaba David con tanta confianza y seguridad “En tu mano, están mis tiempos...” Salmo 31:15. En su mano estuvo mi pasado, en su mano esta mi presente (aunque te digo la verdad, cuesta trabajo dejar mi presente en su mano), y mi deseo es que su mano este mi futuro.

Que la Misericordia y la Verdad te sigan todos los días.
CON AMOR EN CRISTO

MIRADAS

Hace unos días el Señor me permitió una experiencia con Él bien especial, pude contemplar la mirada de una mujer mayor que anda en los caminos del Señor y se goza en todo lo que el mismo Señor le pone a la mesa.

¡Que mirada! Una mirada llena de paz, de gozo, de intimidad con el SEÑOR, de plena certidumbre de fe, de descanso, y sobre todo de deseo de conocer mas a su Señor.

Pasaron solamente unos minutos y la mirada de la mujer me encontró,ahora ya no era yo quien la veía sino era ella quien me observaba, al darme cuenta de ello baje mi rostro, y lentamente alce mis ojos y la mirada seguía allí es como si me estuviera esperando. Al volver a ver esa mirada no supe cuando me perdí en ella, pero ahora era distinto es como si esa mirada me quisiera decir mas allá de lo antes mencionado, ya no era la misma mirada de aquella mujer de avanzada edad, era una mirada en la que pude notar la Gracia del Señor, su Misericordia, y claro pude notar su Amor pero el Amor que tiene por mi, era algo entre el Señor y Yo, nadie mas existía en ese momento, pero también hubo algo que capto mi atención, esa misma mirada me decía: “Sobre ti he fijado mis ojos, anda delante de mi y se perfecto”.

En realidad no se como me contuve pero sentí ganas de llorar, al final esa mirada iba acompañada de una sonrisa, que ahora me decía: No temas hijo, voy a estar contigo, Te amo.

Que gran experiencia, no puedo plasmar todo lo que sentí en unas cuantas lineas, pero ahora recuerdo las miradas del Señor, su mirada de autoridad, al ver a los principales y a los fariseos y demostrarles quien era el SEÑOR, su mirada de misericordia, al ver la necesidad de tantos, paralíticos, enfermos, endemoniados, hambrientos y a todos suplir su necesidad, su mirada de gracia, al ver a esos niños que se le acercaban diciendo “Hossana al Hijo de David, Bendito el que viene en el nombre del Señor”, su mirada de amor, al estar en la cruz del calvario y no bajar de ella por amor a ti y a mi.

La mirada del Señor Jesús siempre busca, así como lo hizo con Zaqueo, o con Pedro cuando negó tres veces al Señor, recuerdas los resultados de estos 2 hombres ARREPENTIMIENTO y SERVICIO, esta mirada te esta buscando,tu decides quieres encontrarte con la mirada de Amor y Misericordia o con la mirada de Autoridad y Justicia.

Amigo (a) deja que te encuentre esa mirada, desea de todo corazón ver la mirada del Señor y cuando al fin observes la mirada del Señor, piérdete en ella.

CON AMOR EN CRISTO